EEUU mata al general más importante de Irán en venganza por el ataque a la embajada de Bagdad
Donald Trump ha ordenado el asesinato del general iraní Qassen Soleimani, jefe de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria, el militar más importante del ejército de este país, en venganza por el ataque a la embajada de Bagdad. El ataque ha sido perpetrado mediante el lanzamiento de misiles en el aeropuerto de la capital iraquí.
Junto a Soleimani ha muerto también uno de los líderes de la coalición de milicias chiíes iraquíes Unidades de Movilización Popular, Abu Mahdi al Muhandis.
EEUU ha reivindicado su muerte «para proteger al personal estadounidense en el extranjero» porque, según la información de que dispone, «estaba desarrollando activamente planes para atacar a los diplomáticos estadounidenses en Irak y en toda la región».
La operación ha estado dirigida personalmente por el propio Trump, según Washington. En un comunicado, la Casa Blanca afirma que «Soleimani aprobó los ataques a la Embajada de Estados Unidos».
Estados Unidos ha insistido en que el objetivo del ataque era «disuadir futuros planes de ataque iraníes». «Estados Unidos continuará tomando las medidas necesarias para proteger a nuestra gente y nuestros intereses en cualquier parte del mundo», según el Pentágono.
Ahora es Irán quien anuncia una «dura venganza» en respuesta a la muerte de Soleimani. «Una dura venganza está esperando a los criminales que tienen las manos manchadas con su sangre y con la de otros mártires del incidente», ha advertido el ayatolá Alí Jamenei en una declaración retransmitida por la televisión estatal iraní, IRIB. Asimismo, el líder iraní ha declarado tres días de luto en el país.
Por su parte, el ministro de Exteriores de Irán, Mohamad Javad Zarif, ha tildado el ataque estadounidense de «escalada tonta» y «extremadamente peligroso» porque, según ha dicho, Soleimani dirigía «la fuerza más efectiva que lucha contra Estado Islámico, el Frente al Nusra y Al Qaeda».
«Estados Unidos es responsable de todas las consecuencias», ha zanjado mediante su cuenta de Twitter, donde también ha calificado el suceso de «terrorismo internacional».
La situación en Bagdad se ha agravado tras las manifestaciones que han tenido lugar en la Embajada de Estados Unidos el martes y el miércoles, que forzaron a las fuerzas de seguridad a emplear gases lacrimógenos para dispersarlas, mientras la multitud coreaba «Muerte a América». Algunas zonas de las instalaciones fueron incendiadas y algunos manifestantes intentaron escalar el muro del recinto.